viernes, noviembre 02, 2007

Francisco Bilbao, filosofía y profecía


"Sepamos el nombre de Dios; os conjuro, hermanos míos, a escucharnos a nosotros mismos.

"[...] Rompamos la piedra que impide nuestra resurrección, y libres de nosotros mismos, transformados sobre las ruinas del mundo envejecido, recibamos directamente, sin intermediarios o mediadores fementidos, el testamento puro, la palabra pura de la eterna vida, la centella de la fuerza y el inmenso amor.

"Mi libro es la evocación de esa palabra, hermano mío".
(Del inicio de El evangelio americano).

5 comentarios:

Anita Iruretagoyena dijo...

Vaya.. ¿¿o sea que esa es una cita del libro que se nos olvidó en Chile?? jijii

Gracias por el comentario a mi blog
Te queiro

Anita Iruretagoyena dijo...

vaya... ¿¿o sea que esa es una cita del libro que se nos olvidó en Chile?? jiji

Gracias por el comentario a mi blog

te quiero

Rafael Mondragón dijo...

Sí, poh... El libro perdido y recuperado, del que voy a hacer la tesis gracias a ti y a la Flowercita ;-)

Eu tambein te queiro cangaceiro
(Ando muy simple hoy, poh).

Anónimo dijo...

hola
mi nombre es yenifer
estoy leyendo el evangelio americanista de bilbao
y buscando en la web llegué a tu blog.
ayudame a aclarar una duda
por qué crees que bilbao le da a su libro ese nombre

gracias
bye

Rafael Mondragón dijo...

Hola, Yenifer. Disculpa por responder tan tarde a tu pregunta: se me había traspapelado. Qué bueno que estés leyendo a Bilbao; tu pregunta está muy buena, y no estoy seguro de saber cómo responderla. Ricaurte Soler, un extraordinario filósofo panameño que se nos murió demasiado pronto, creía que, al ponerle así a su libro, Bilbao estaba siguiendo una vieja tradición latinoamericana que había tomado géneros literarios que venían de la religión (como los "catecismos") para hacer con ellos textos políticos y de pensamiento crítico. Hay que recordar además que, para Bilbao, religión y política no están separadas. Desde muy joven, él andaba jugando con la idea de un "libro de América", una especie de Biblia que le explicara a los americanos su historia y el sentido de su vida independiente, un poco a la manera de lo que después haría José Martí... Como él mismo dice, El evangelio americano es sólo el ensayo de ese libro que nunca se escribió. ¿Te sirve de algo mi respuesta? Te mando un abrazo desde México.