Una tierra, un continente, un respiro.
Paso a través de tu cuerpo con mis manos
que intentan guardar la memoria del paisaje perdido.
Permitir el pasar del paisaje.
Permitir el recuerdo.
Tendríamos que mirar por la ventana,
a la izquierda,
con la mirada vacía.
Permitir el silencio:
todo lo que hoy se marcha
estuvo vivo alguna vez.
Todo lo que resucita.
Tendríamos que morder una manzana.
Escribir una carta sincera.
Hablar -por ejemplo- por teléfono.
Pronunciar con la mano abierta nuestro nombre secreto.
Las calles doradas de lluvia
que se abren de cuajo
con el beso sorpresivo de un rayo de sol.
Nuestro nombre secreto.
Un globo que se aleja.
O la danza del polvo en la mañana calurosa,
a través de la ventana abierta.
O el silencio de la noche.
Nuestro nombre que palpita.
Una promesa:
tras la tierra encontrarás la tierra.
Y por eso, permite que hoy se marche lo que hoy pasa.
Nuestro nombre secreto
que palpita como el sol,
a través de nuestras ropas.
Paso a través de tu cuerpo con mis manos
que intentan guardar la memoria del paisaje perdido.
Permitir el pasar del paisaje.
Permitir el recuerdo.
Tendríamos que mirar por la ventana,
a la izquierda,
con la mirada vacía.
Permitir el silencio:
todo lo que hoy se marcha
estuvo vivo alguna vez.
Todo lo que resucita.
Tendríamos que morder una manzana.
Escribir una carta sincera.
Hablar -por ejemplo- por teléfono.
Pronunciar con la mano abierta nuestro nombre secreto.
Las calles doradas de lluvia
que se abren de cuajo
con el beso sorpresivo de un rayo de sol.
Nuestro nombre secreto.
Un globo que se aleja.
O la danza del polvo en la mañana calurosa,
a través de la ventana abierta.
O el silencio de la noche.
Nuestro nombre que palpita.
Una promesa:
tras la tierra encontrarás la tierra.
Y por eso, permite que hoy se marche lo que hoy pasa.
Nuestro nombre secreto
que palpita como el sol,
a través de nuestras ropas.
4 comentarios:
Hoola, Rafa, no sé si te acuerdes de mí, soy Marcela Brsieño tomé el diplomado de diseño, con Cristina.
Me acordé de ti por asuntos de revistas y esas cosas y te busqué en internet y ¡¡mira!! me encontré tu blog.
Bueno, pues de hecho te mandé algunos mails pero creo que nunca te llegaron, pero por si las dudas te dejo mi mail: marcela_brilo@yahoo.com.mx
Me dio gusto encontrarme con parte de tu trabajo, está padre.
Saludotes!! que estés muy bien.
Hermoso deja-vú,Rafael.(Y es que los dejavús sólo son otra forma de mirar nuestro Universo,en éste caso nuestro sol por la ventana)Un abrazo.
precioso, pero es que cuando uno es hermoso por dentro, cómo no derrochar la hermosura que un contiene inyectandola en la hoja por la pluma que en cada caso uno toca...en todo caso, hace mucho que no te veo...espero que estés bien, saludísimos!!!!
"tras la tierra encontrarás la tierra"
Como me inquieta mucho la frase...
no puedo expresarlo ahora...
Saludos.
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