domingo, septiembre 23, 2007

La ecología como negocio

El mundo según Al Gore
Carmelo Ruiz Marrero

El ex-candidato a la presidencia de Estados Unidos Al Gore, político tornado estrella de cine, viajó a Buenos Aires en mayo para dar otra de sus charlas ambientalistas. Tras el éxito de su documental "Una Verdad Inconveniente", Gore se ha convertido en toda una celebridad internacional y, para no pocos ecologistas, en nada menos que un héroe, alguien que no tiene miedo de estrujarle en la cara a los grandes intereses la realidad del calentamiento global y la urgencia de combatirlo.

Numerosos ambientalistas argentinos se expresaron sobre su visita, no para agradecerle sino para repudiarlo.

"Denunciamos a Al Gore como el nuevo colonizador y publicista del negocio global y a su película 'Una verdad incómoda', que desnuda verdades a medias para no incomodar a sus financistas: las petroleras, las semilleras y las automotrices", dice la Declaración de Gualeguaychú, firmada por sobre una docena de organizaciones argentinas que se congregaron en la provincia de Entre Ríos en abril para unas jornadas contra los monocultivos.

Es preciso puntualizar que Gore fue a Buenos Aires no para sermonear en general sobre el calentamiento global sino para apoyar específicamente una de sus propuestas: los agrocombustibles, también conocidos como biocombustibles o cultivos energéticos. Estaba participando en el primer Congreso Americano de Biocombustibles, un encuentro de políticos y empresarios con un precio de entrada de 500 dólares por persona.

El Grupo de Reflexión Rural (GRR), una de las organizaciones que participó del encuentro de Gualeguaychú, trató repetidas veces de contactar a Gore para comunicarle sus razones para oponerse a los agrocombustibles, pero sin obtener respuesta.

En un documento que lleva el seco título de "Nuestro Repudio a la Visita de Al Gore", el GRR declaró que "sus propuestas de reducción de consumo... no son serias ni tienen en cuenta la urgencia de cambiar sus estilos de vida radicalmente."

"Al Gore tampoco tiene en cuenta la realidad que muestra que la actual producción de los monocultivos de materia prima para agrocombustibles ya están precipitando la desertificación de las mejores tierras del planeta", continúa el comunicado. "Que esta producción, ahora mismo, antes de la entrada en vigor de las metas propuestas por los países que van a ser los consumidores masivos de los agrocombustibles, ya está expulsando a las poblaciones campesinas e indígenas de sus lugares dejando así las producciones de subsistencia y provisión local, sea por medio de las fumigaciones o directamente a manos de fuerzas policiales, militares o paramilitares locales."

Hace menos de un año varias organizaciones, incluyendo Oilwatch y la Red Latinoamericana contra los Monocultivos de Árboles, proclamaron que "los cultivos energéticos crecerán... a costa de nuestros ecosistemas naturales. La soya se proyecta como una de las principales fuentes para la producción de biodiesel, pero es un hecho que los monocultivos de soya son la principal causa de destrucción del bosque nativo en Argentina, del bosque húmedo tropical amazónico en Brasil y Bolivia, y de la Mata Atlántica en Brasil y Paraguay."

Pero Al Gore no se ha enterado de nada de esto. El sigue promoviendo por el mundo entero a los agrocombustibles como una alternativa energética sustentable.

Tal postura es incomprensible si uno no conoce el trasfondo de este individuo. ¿Quién es Al Gore? ¿Y qué hizo con su vida antes de hacer su famosa película? (Leer más).


Incierto experimento con carbono cerca de Galápagos
Stephen Leary

Una empresa se lanza a enriquecer con hierro el agua de mar para promover el crecimiento de fitoplancton y la absorción de carbono muy cerca de las protegidas islas Galápagos.

PUERTO AYORA, Galápagos, Ecuador, 9 jul (Tierramérica).- A fines de este mes, la firma estadounidense Planktos verterá 100 toneladas de polvo de hierro en el océano Pacífico, cerca de las ecuatorianas islas Galápagos, pese a la oposición de ambientalistas y científicos marinos.

Será el primer intento comercial de reducir el dióxido de carbono, causante del recalentamiento planetario, usando esas partículas para provocar el florecimiento de fitoplancton en un área de 10 mil kilómetros cuadrados.

Planktos asegura que el plancton extra absorberá mucho dióxido de carbono de la atmósfera y lo llevará a las profundidades marinas. Y que este método puede ser el más rápido y poderoso para combatir el cambio climático causado.

"Las corrientes probablemente arrastrarán ese plancton a la Reserva Marina Galápagos", de 133 mil kilómetros cuadrados, la tercera más grande del mundo, dijo Washington Tapia, director del Parque Nacional Galápagos, donde está la reserva.

"No tenemos idea de lo que sucederá. Intentamos contactar a Planktos para obtener más información, pero no tuvimos éxito", dijo Tapia a Tierramérica en Puerto Ayora.

Las 19 islas del archipiélago situado a mil kilómetros de la costa ecuatoriana y el área marina circundante son un notable ejemplo de historia natural, cuya observación inspiró parte de la teoría de la evolución de Charles Darwin.

"¿Por qué hacer esto tan cerca de las Galápagos, un sitio declarado Patrimonio Mundial?", se preguntó Pablo Barriga, coordinador de proyecto de la no gubernamental Fundar Galápagos, con sede en Puerto Ayora y que apoya el desarrollo sustentable y la conservación.

"Es inmoral que una compañía en búsqueda de ganancias realice esta clase de experimento tan cerca de las Galápagos", opinó Barriga en una entrevista.

Planktos está en el nuevo negocio de la captura de carbono, uno de los gases de efecto invernadero cuya acumulación en la atmósfera está provocando el recalentamiento global.

Para esa captura, la firma planta árboles en Europa oriental, que absorben el carbono de la atmósfera a medida que crecen. Ese carbono es atrapado por 60 u 80 años, dependiendo de la vida del árbol. En Europa, Planktos puede vender créditos de carbono a empresas para compensar sus propias emisiones, a fin de cumplir con regulaciones locales o internacionales.

En los últimos 20 años, la captura de carbono oceánico fue probada en varios pequeños experimentos. La mayoría mostraron que agregar hierro a las aguas oceánicas con déficit ferroso promueve el crecimiento de fitoplancton, que necesita de ese nutriente para vivir. Y como el plancton también consume carbono del agua durante la fotosíntesis, el ciclo culmina con la absorción de ese gas desde la atmósfera (Leer más).

2 comentarios:

Karina Falcón dijo...

Hola lindo, vaya nunca me ha parecido pertinente escribir en estos blogs comentarios fuera de lugar. Pero vaya, la pertinencia es algo, discutible.

Ya nos veremos en el Vértigo. Que todo salga excelente! Ya sabes, me verás por ahí con bellos poetas echando porras. Espero estar el día que estás en mesa de discusión. Entretanto, un abrazo!

Rafael Mondragón dijo...

Hola :) Ya nos veremos en el Vértigo. ¿Qué días vas a ir tú? A ver si nos acompañamos en algunas mesas. Por lo pronto, un abrazo.